Tiempo Astral 2023: La diosa que doma al león

Con la retrogradación de Venus en Leo trabajarás en la autoexpresión y reconocimiento, y asumirás una nueva forma de «presentarte» ante el mundo.

El 05 de junio de 2023, Venus ingresó en Leo, signo asociado al corazón, la fuerza y pasión. Este tránsito sincroniza con tus necesidades de autoexpresión y reconocimiento en los temas asociados a la zona de tu Carta Natal donde se ubique la constelación del león. Es un tránsito, de más de quince semanas, debido a su retrogradación, para cultivar tus pasiones y honrar todas las facetas de tu identidad.

Venus representa el deseo, disfrute y placer; también los valores, tangibles e intangibles, y las relaciones.

El Sol, regente del signo Leo, tiene que ver con la energía vital, la fuerza de voluntad y autodeterminación, lo masculino de la psique, la valentía, el autoestima, el poder ser con autenticidad, y el principio creativo.

Por su parte, las retrogradaciones de Venus, independientemente en donde ocurran, resultan idóneas para «revalorar» o «revalorizar» la energía asociada al signo por el cual transite; y para «reconectar» con aquellos personajes que escenifican para ti los temas del área de tu Carta Natal que se ve estimulada. Este año será tu «zona Leo».

Al respecto, es importante comprender que a diario experimentas cambios en tu identidad y, sin embargo, que estos no resultan evidentes con la misma frecuencia con la que se producen. Desde la Astrología, interpretamos que la consciencia sobre estos cambios ocurre cuando hay tránsitos o alineaciones planetarias que estimulan elementos de tu Carta Natal vinculados a la naturaleza de dichas modificaciones. Así, con cada interacción entre el cielo y tu Carta Natal, se actualizan tus «programas», y las creencias, potenciadoras o limitantes; siendo estas causa y consecuencia, al mismo tiempo, de nuevas formas de «presentarte» ante el mundo.

Si, por el contrario, te resistes a los cambios que inevitablemente sufre tu identidad a lo largo de tu vida, tu fuerza se agota; la misma fuerza que en Astrología está vinculada a la energía solar o al símbolo del Sol. Es tu propia luz la que se ensombrece cuando no abrazas la evolución de tu espíritu.

Es por ello que entre las cualidades positivas del signo de Leo encontramos el coraje y la autodeterminación para «asumirte» con honestidad frente al mundo. Cuando no hay asunción sobre lo que esencialmente eres, se evidencian las cualidades negativas de Leo, como el egocentrismo o el egoísmo, el orgullo, la falsa modestia, y la lucha interna que nace de negar lo que te es propio o te corresponde. Todo esto se reduce a «empequeñecerte» frente al mundo, tal cual un león que comienza a creerse y manifestarse como un gato.

Por lo antedicho, la retrogradación de Venus en Leo, desde hoy, 22 de julio, y hasta el 03 de septiembre de 2023, te invita a trabajar en tus grandes pasiones desde el nivel identitario, para así «domar tu ego».

¿Cómo? Es clave trabajar en tus creencias limitantes, sobre todo aquellas que tienen que ver con el merecimiento, porque la energía leonina tiene que ver con la nobleza, y el poder reinar con ciertos privilegios sobre uno/a mismo/a y otras personas; mientras que la venusina, con la generación de valor, la jerarquización de lo material, y la seguridad y estabilidad. El poder obtener algo a cambio de ninguna cosa en particular, porque lo mereces con exención, simplemente porque «eres», puede ser una breve definición del merecimiento. ¿Cuál es la tuya?

Ahora bien, para que este trabajo interno dé cuenta de su esfuerzo, destaco en primer lugar la conjunción de Venus retrógrado (Rx) y Mercurio en el Leo del 27 de julio. Es una alineación que te habilita el traducir tus deseos en palabras, y poder exteriorizarlos de manera transparente; sin los «velos sociales» de costumbre en tus procesos comunicativos. Es un aspecto que viene como anillo al dedo este año como un primer paso para la toma de consciencia.

Posteriormente, el 09 de agosto, Venus Rx en Leo tendrá una cuadratura con Urano en Tauro, un signo también regido por Venus. Este aspecto, aunque inarmónico o tenso, te permitirá experimentar con mayor intensidad la necesidad de despojarte de las ataduras que identificas al expresarte o presentarte tal cual eres ante grupos que concentran tus relaciones más significativas.

Su efecto puede ser similar, aunque no igual, a la cuadratura que tendrá Venus Rx con Júpiter en Tauro el 22 de agosto. Esta otra la interpreto como ese golpe al autoestima que produce la creencia de poder superar los límites de una sociedad sin sufrir alguna consecuencia. Con esto me refiero a que, si bien estos son aspectos que movilizan tu determinación para gritarle al mundo quién eres y qué es lo que quieres, de igual forma debes gestionar los efectos que en tus relaciones cercanas tendrá el exteriorizar facetas de ti hasta ahora desconocidas. Si Venus rige el valor y las relaciones, considera que siempre hay un costo social que pagar.

No obstante, hay un día «mágico» para trabajar de manera más consciente en aquellos aspectos de tu identidad que ahora sí tendrán una vitrina, y sobre cuáles ya no. Se trata del «Venus Star Point» o «Punto estelar de Venus», que se producirá el 13 de agosto, y que se traduce a la conjunción que Venus forma con el Sol. Este evento astrológico habilitará la toma de consciencia acerca de por qué sí te crees merecedor o merecedora de aquello que más deseas, aquello que «hincha tu corazón»; o, en su defecto, por qué no, y qué verdaderamente te impide creer que es posible tener tales privilegios como ser humano.

En definitiva, por tratarse de Venus, todo el período de su retrogradación, y en especial su unión al Sol, serán «antídotos» de sensatez y honestidad para tus relaciones más cercanas, una posible relación romántica y, sobre todo, tu relación contigo. Si tomarás pronto decisiones importantes, considera que la danza retrógrada de Venus culminará a principios de septiembre, e ingresará al signo de Virgo el 08 de octubre.

De todo este proceso venusino, te deseo como resultado un «corazón henchido».

Gracias por leerme.

Un abrazo,

Astrid